Excursión “griega” entre Valldemossa y Deiá

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Esta semana vamos a dejar de un lado las ciudades y museos para pasear entre pueblos y montañas con una excursión que hice hace mucho tiempo. Unos 16 años pero esta primavera que conseguido reunir el material gráfico que me faltaba para ilustrar convenientemente el post. Aunque no me he tenido que ir muy lejos para conseguir las fotos pero no podido repetir la excursión como la hice en aquel entonces. En la isla donde vivo, tenemos unas montañas preciosas declaradas hace un par de años, junto con sus pueblos paisaje cultural de la humanidad. Seguramente este recorrido es parte de un sendero señalizado que se llevan tanto ahora, GR. De la Serra de Tramuntana sé que existe uno, el de la pedra en sec (piedra en seco) que recorre los muros de piedra de uso agrícola que se remontan a épocas medievales. Pero nuestra ruta entre Valldemossa y Deià no busca esas piedras, si no grandes personajes que llegaron de visita a la isla y se quedaron y vestigios romanos. De hecho esa fue la excusa con la que convencimos a la profesora de griego clásico para que nos llevara de excursión y no hacer clase. Conseguimos el objetivo, además de pasarlo bien y descubrir cosas interesantes. Pero también salió una ruta interesante que se puede hacer fácilmente para senderistas novatos pero también para no tan novatos porque se le puede añadir cierta dificultad. La ruta tanto se puede hacer de Valldemossa a Deià como a la inversa, pero nosotros la hicimos en ese orden. Fuimos a Valldemossa y regresamos por Deià en autobús de linea regular, en verano hay ciertas frecuencias con la linea 210 la información la podéis consultar en esta página.

Valldemossa 2013

De Valldemossa ya hablamos en el blog, y aunque nuestra ruta no empieza en el pueblo si no a las afueras, podéis hacer algunas visitas. Como la Cartuja de Valldemossa, visitar la autentica celda donde vivió Chopin y George Sand y su farmacia antiquísima o la fundación Coll Bardolet. O poneros en situación en Costa Nord con el documental de Michael Douglas sobre nuestro primer personaje. Y si queréis empezar el camino con fuerzas un buen desayuno de chocolate caliente y cocas de patata.

Pero nuestra ruta empieza en Son Marroig, una de las residencias del protagonista del documental que decíamos antes, personaje que hace años visitamos la casa donde nació, el palacio Pitti de Florencia. La Finca de Son Marroig fue la principal residencia del Archiduque Luis Salvador, abierta al público con objetos fenicios y romanos de la colección del archiduque y objetos personales. No dejéis de visitar su jardín y una almazara de aceite y apreciar las vistas sobre todo de Na Foradada abajo. Esto es una parada para los senderistas más avanzados, para el resto otra excursión para hacer.

Valldemossa 001

Para los que quieran profundizar un poco más en la vida del archiduque, cerca hay otra propiedad que fue suya, Miramar. En el siglo XIII Ramón Llull fundó su escuela de lenguas orientales para formar a misioneros para ir a predicar al norte de África. Allí también se puede ver el claustro del Convento de Santo Domingo en Palma. La desamortización de Mendiázabal de 1836 hizo vender el solar y tirarlo abajo, por lo visto alguien fue lo suficientemente listo para guardarlo.

Deià y Valldemossa

Después de esto, ya podemos llegar a Deià, pueblo que hace poco ha cambiado su nombre de Deyà a Deià. A 10 km de Valldemossa, esta este otro pueblo de cuento. Es más pequeño que Valldemossa y e igual de cuidado pero las vistas son espectaculares. Y tampoco le faltan ilustres visitantes que se quedaron para siempre como Robert Graves, el autor de Yo Claudio que descansa en su cementerio al lado de la iglesia del pueblo. Pocos cementerios son como este, la mayoría de tumbas están el suelo y cuesta un poco encontrar la del escritor porque es muy sencilla.

Deià y Valldemossa

Aquí acabaría la ruta pero también se puede aprovechar para visitar la casa de Robert Graves Can Alluny convertida en museo para conocer más a fondo la vida del escritor. Y porque no otra excursión hasta Cala Deiá, donde hay una pequeña playa de roca de acceso bastante fácil porque se llena bastante.
Deià y Valldemossa
Al final de la excursión original poco queda en la ruta, y no sé si resultará tan divertida porque mis compañeros de clase a aparte de engatusar a la profesora, consiguieron hacerlo también con algunos turistas para que nos dieran dinero por tocar la guitarra y más o menos cantar. Hay épocas en la vida que la gente hace ciertas burradas, pero debe ser por eso que me acuerdo de ese día. Y cuando volví aproveché para hacer las fotos desde el coche algunas y otras in situ desde Deiá. Aunque la ruta como toca tiene que hacerse a pie, que 10 kilómetros no son tantos para andar.

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