Libros que me hicieron viajar en mi infancia y más allá

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Hace tiempo hablamos de los dibujos animados que nos hicieron viajar durante nuestra infancia y hoy vamos a hacerlo de libros infantiles. Ver dibujos animados es algo bastante más moderno pero leer es mucho más antiguo y en la literatura infantil y juvenil siempre ha habido y habrá buenos viajeros en pequeño que soñábamos con imitar de mayores. Creo que en mi caso no he imitado a mucho de esos personajes pero recuerdo que me encantaba leerlos y soñar despierta. Siempre me ha gustado leer, desde libros de aventuras que son quizás los que llaman más a los viajes o libros más realistas que te hacían aprender algo de geografía que nunca venía mal.

Copenhague capital de Dinamarca, el parque de atracciones Tivolí, Accra capital de Ghana en África cerca de Costa de Marfil y que en Chile existe una ciudad llamada Valparaíso. Fue lo que aprendí de las aventuras de una colegiala danesa que vivía en un internado por que su padre fue enviado a trabajar a Chile. Bente Winther más conocida como Puck, el diablillo de los bosques de Un sueño de una noche de verano que en castellano se llegaron a publicar 30 libros de su vida y los líos en que se metía haciendo de detective primero en la escuela o después en el instituto o las vacaciones.

Los libros están ambientados en los años 50 y 60 aunque por la clase de educación que recibe no lo parece tanto aunque llama mucho la atención la combinación de clases de bordados con clases de idiomas tanto modernos como clásicos. Pero si quedaba alguna duda de la época con el último libro no puede quedar más claro y para mi una gran decepción, dejó el instituto un mes antes de acabar para irse con el prometido a la India y reunirse con el padre y la madrastra. Que le costaba irse un mes más tarde, ni a finales del siglo XX o principios del XXI este tipo de cosas están pasadas de moda totalmente.

La colección de Puck no la debe haber leído mucho gente, pero de esta otra seguro va ser raro encontrar a alguien menor de 50 años en España que no haya leído uno de los libros de esta colección de literatura infantil y juvenil que es un clásico en este país. Más de uno hasta conservamos en casa algún libro de las 4 series que había, blanca, azul, naranja y roja de El Barco de Vapor. Cientos o miles de libros deben formar parte de esas colección con los libros clasificados por edades de 6 a 12 años.

De todo tipo de temática de ficción pero recuerdo algunos muy viajeros. Como uno de la serie Azul a partir de 7 años, Querida abuela Tu Susi, la segunda parte de Querida Susi, Querido Paul. La historia es que los niños iban al cole juntos, pero el niño se va vivir a otra ciudad con los padres y cambia de cole por supuesto. Pero se echan de menos y se escriben cartas durante el primer libro y planean unas vacaciones juntos a una isla griega con los padres que el argumento del segundo libro.

Como ya tiene a Paul con ella, le toca escribir a la abuela como van las vacaciones, bastante mal por cierto tanto que los niños acaban peleados. Pero esto ya es parte del siguiente libro que ya pertenece a la siguiente serie la Naranja. De la Naranja no recuerdo ningún tan viajero, de la roja a partir de 12 años recuerdo alguno más.

Como Volveremos a encontrarnos, basado en hechos reales una niña checa de familia de origen alemán cuenta el viaje que hicieron en un verano para llegar a Alemania tras haber sido expulsados de la entonces Checoslovaquia después de la segunda guerra mundial mientras esperan reunirse con el padre que había luchado en el ejército. No es un diario de Ana Frank, es bastante más light pero las condiciones del viaje fueron bastante duras, iban en vagones de tren de transporte de ganado, tenían que dormir al aire libre hasta encontrar en un ciudad alemana una habitación donde quedarse para empezar una nueva vida.

Bruselas

Y cuando los libros de El Barco de Vapor se te quedan cortos al crecer, estaban los Gran Angular de la misma editorial SM. De estos recuerdo otro basado también en hechos históricos entre Groenlandia y Dinamarca con la historia de una pareja de esquimales de Groenlandia llevados a la fuerza a Dinamarca para que aprendan a “vivir en la civilización”. El libro se llama Secuestro es algo más duro que el anterior, por el maltrato que reciben los esquimales y el choque cultural que se produce entre como vivían y la vida en la civilización.

Para no ponernos tristes y no hablar tanto de libros de “niñas”, vamos a terminar con libros de aventuras clásicos como La isla del Tesoro de Robert Louis Stevenson. La historia de piratas por excelencia pero Stevenson tiene otros libros viajeros, Secuestrado y su continuación Catriona en Escocia y parte Europa del siglo XVIII. El protagonista acaba de perder a sus padres y se va vivir con un tío suyo que quiere deshacerse de el y lo hace secuestrar mandándolo a un isla desierta. El joven logra huir y regresar para meter a su tío en la cárcel.

Otro libro de piratas esta vez de un autor hispano, El siglo de las luces de Alejo Carpentier. Ambientado en el siglo XVIII en la época de la revolución francesa es la historia de tres adolescentes, dos hermanos y el primo cubanos que conocen a un aventurero francés y empiezan a viajar con él. Es otra recreación histórica de las que tanto me gustan, pero con personajes no reales que su vida mezcla entre hechos históricos.

No sé exactamente si el el siglo de las luces es literatura juvenil pero en el contenido del libro no hay nada que no pueda leer y entender un adolescente. Yo ya no era una adolescente cuando lo leí pero no recuerdo nada fuera de tono.

British Library

Tampoco lo era ya cuando leí los tres últimos libros de esta recomendación viajera, son de pleno siglo XXI pero con los ingredientes clásicos de libros de aventuras. Se trata de la trilogía las memorias del (o la) Águila y el Jaguar, las aventuras en tres tomos de Alexander Cold y Nadia Santos junto con una expedición del internacional geographic en la que Kate, la abuela de Alexander es fotógrafa. En el primer libro, la Ciudad de las Bestias transcurre en el Amazonas donde van en busca de un tribu donde los chiquillos descubren que se pueden transformar en águila y en jaguar respectivamente en caso de peligro. En el segundo El Reino del Dragón de Oro, el verano siguiente los chiquillos acompañan a la expedición a un pequeño país del Himalaya.

Y por último en el tercero, El bosque de los pigmeos esta ambientado en África. Amazonas, Himalaya y África son tres lugares fantásticos para libros de aventuras adolescentes muy yankies pero escritos por una abuela chilena, Isabel Allende con libros más adultos y truculentos como la Casa de los Espiritus. Pero nada de eso hay en la trilogía del Águila y el Jaguar y supongo que por eso le valió el premio Hans Christian Andersen de literatura infantil el año pasado. De H.C. Andersen y su museo en Copenhague hablaremos por cierto en el próximo post.

3 comentarios

  1. Qué tiempos aquellos de los libros de El Barco de Vapor.
    A mí un libro de viajes que me gustó mucho fue El Faro del Fin del Mundo

    • Julio Verne es un clásico, ya de mayor lei la vuelta al mundo en 80 días en francés. El Barco de Vapor eran insuperables.