Hay un tópico muy extendido sobre los mejores perfumes que se guardan en el interior de frascos pequeños. Y por muy manido que este, es algo que sin duda ocurre en la pequeña isla de Malta, sus poblaciones de interior son mucho más bellas que sus poblaciones costeras. Y entre ellas la más conocida, su antigua capital, Mdina.
Una ciudad antigua rodeada de murallas dentro de otra ciudad Rabat que conserva su encanto para ser visita a cualquier hora del día. Mdina que significa simplemente ciudad en árabe y una de las conocidas excursiones nocturnas de Malta. El lugar es conocido justamente como Silent City (ciudad del silencio) o Città Notabile o Vecchia por la ausencia de tráfico en sus calles estrechas llenas de palacios.
Siempre se recomienda visitar la ciudad de noche, al principio pensé que era para disimular el mal estado de la piedra blanca de Malta, por la un poco escasa iluminación que hay en las calles. Pero al repetir la visita de día, descubrí que los edificios a diferencia de la capital actual La Valletta están en perfecto estado. Supongo que es para dar cierto misterio al lugar o que la gente pueda aprovechar el día visitando otros lugares de la isla.
De todas maneras la excursión nocturna vale la pena, sobre todo si volvéis a visitarla a la luz del día. No es solo para comparar la diferencia entre la noche y el día entre los edificios, hay muchos lugares que solo están abiertos en horario más diurno tanto en Rabat como en Mdina. Aunque el nombre de la ciudad que nos ha llegado es más árabe, la zona también fue romana y no en vano se conserva una magnífica construcción romana que alberga un precioso mosaico.
Se trata de la Domus Romana, domus en latín significa casa y se utilizaba para las casas de los patricios romanos, los nobles de la época que eran los que se podían permitir hacerse casas grandes y bien decoradas incluyendo los mosaicos de cuadrados pequeños que forman dibujos espectaculares. Es la visita que recomendaría primero por estar más alejada del centro para los amantes de este tipo de cosas.
Pero la verdadera razón por la que os recomiendo hacer la visita de día, es para entrar en la catedral de San Pablo y ver sus increíbles catacumbas y refugios de la segunda guerra mundial en un edificio cercano en la misma calle. Si habéis viajado a Roma y visitado algunas de las catacumbas abiertas al público, veréis que las maltesas no tienen desperdicio. El nombre de San Pablo viene porque existe una leyenda, no sé que fundamento histórico tiene esto, que el apóstol en su trayecto como preso a Roma su barco naufragó en Malta y estuvo viviendo en las catacumbas, al final del recorrido hay un altar dedicado a San Pablo que recuerda el hecho.
Esta zona no esta dentro de las murallas de Mdina todavía, así que después de visitarlo podéis ir a callejear por las calles a ver la diferencia entre la noche y el día. Y si no lo hicisteis al visitarla de noche, aprovechad para hacer la turistada típica del lugar, comer tarta en la cafetería Floriana. No son muy caras las porciones de tarta, pero no son tan destacables como las visitas desde la terraza que se puede ver la costa de Malta por la parte de Sliema y la Valetta para terminar la visita.
La visita se puede hacer tanto con excursión contratada, el bus turístico de Malta hace una ruta nocturna como hice yo que compré en Elanguest a precio de estudiante. Con el recorrido entraba también un paseo en barco por el puerto que no me dio tiempo a hacer, por eso lo compré allí.
Pero es una excursión que podréis encontrar en cualquier parte de forma organizada o que podéis hacer por libre con los autobuses 51,52 o 53 desde Valetta o 202 o 203 desde Sliema, parada Rabat Interchange. Más o menos hasta las 23h funciona el transporte público, más que suficiente para hacer la visita. En Heritage Malta encontraréis información detalla de los lugares a visitar.
