Que ver en Plasencia (I): Información básica y Lugares fuera del Centro Histórico

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Hay lugares a los que siempre da gusto volver, así que cuando se anunció que la sede del TBM de 2015 sería la ciudad de Plasencia no pensé dos veces el asistir. Gracias al Eventonomaders había podido conocer un poco esta ciudad así que el hecho de ser elegida para ser la sede del congreso anual de blogueros de viajes, era una muy buena excusa para conocerla más a fondo.

Así que cuando busqué los vuelos para el viaje porque esta vez tocaba pasar por Madrid para tomar el tren a Plasencia, tuve que tener en cuenta horarios y días adicionales. Y también pensar que algo pudiera torcer los planes, para eso dejamos el alojamiento para el final, pero no no fue el caso finalmente pudimos viajar como estaba previsto. Del congreso del TBM ya hablamos en dos entregas, así que os vamos hablar de lo que vimos esos días en la ciudad.

Después de bajar del tren, me fui a buscar el camino para ir a plaza mayor y desde allí al alojamiento. Me paré en la parada de autobús a preguntar a una chica que estaba sentada y me dijo que no andara, que estaba lejos y que el bus dejaba allí. En eso se unió Montse de Petits Viatgers y cuando llegó bus lo tomamos y listo. Para los que no queráis andar como nosotros sobre todo si lleváis equipaje, ese bus es la línea 2 que termina /empieza allí su recorrido. Las paradas que podéis usar para la plaza mayor, centro de la parte histórica, son Correos y Sol (Puerta del Sol de la muralla). Para llegar a la estación podéis hacerlo con esa misma línea o la L1 que para en la gasolinera de Avenida de España. Desde allí por la avda. de Ambroz se llega enseguida. A mi me tocó hacer eso al regreso porque tenía el tren de vuelta a las 8 y media de la mañana y con la línea 2 no llegaba. El día antes que estuve en Cáceres al subir al bus en la estación de Plasencia lo pregunté al conductor y por la hora me dijo que mejor la línea 1. El billete cuesta 1,05€ por trayecto, así que vale la pena utilizarlo.

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Reconozco que recordaba apenas la muralla, la plaza mayor y por supuesto las catedrales. Pero eso es sólo una parte de lo que me he encontrado con esta ciudad. Plasencia es un poco como muchas de las ciudades de Latinoamérica, fue refundada por los españoles. Eso ocurrió en 1186 año en que el rey Alfonso VIII conquistó la ciudad a los almohades, una de las dinastías árabes de la época. Y aprovecho para darle nombre y uno bien bonito, Plasencia, con referencia a la expresión del latín clásico Ut placeat Deo et Hominibus (para el placer de Dios y los hombres) que es el lema de la ciudad.

Paseo Fluvial del Jerte, Plasencia
Paseo Fluvial del Jerte, Plasencia

A parte de la refundación, hubo algo que también me hizo recordar a Quito. Igual que la capital ecuatoriana, Plasencia está también esta rodeada de verdes montañas. De las sierras del Gordo, Berenger y Santa Bárbara. Y no sólo esta rodeada de montes, tanto dentro como fuera de la ciudad hay una gran cantidad de zonas verdes. Empezando por el paseo fluvial del Jerte y el parque de la Isla, buenos rincones para pasar el calor en mayo ya notamos.

Vistas des del Parque Cruz de los Caídos, Plasencia
Vistas des del Parque Cruz de los Caídos, Plasencia

Pero al otro lado del río en plena ciudad hay otros dos pulmones verdes, el parque de la Coronación y el de los Pinos. El de los Pinos cuenta además con un lago y un pequeño zoo. Por allí pasamos por la gymkana y nos quedamos antes de ir a al lugar de la última prueba, mirando al pavo real que parece que salió a recibirnos. Y otra zona verde a destacar el mirador del parque de la cruz de los caídos. Las vistas sobre la sierra de Santa Bárbara y las murallas de Plasencia es lo que hace a ese lugar perfecto para ver una puesta de sol. También para reponer fuerzas para el resto de lugares que veremos en el siguiente post.