Guía Básica de Gastronomía Mallorquina (y VI): Dulces Tentaciones

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Este es el último post que dedicamos a hablar de la gastronomía mallorquina, de los platos o comidas que teneís que probar si viajáis a Mallorca. Después de los entrantes fríos rápidos, pasando por los primeros platos más elaborados, segundos tanto de carne como de pescado y habíamos dejado la guía en las recetas típicas de Semana Santa
Con lo que nos falta algo, ¿no? Los postres, meriendas o tentempies de sabor más dulce. A parte de ser una gastronomia bastante carnívora, principalmente carne de cerdo de la que no se libra algún postre, también una buena variedad de dulces típicos. Algunos de estos son tradicionales de una determinada época del año aunque actualmente como el resto se pueden conseguir para consumir en cualquier momento.

Dulces para desayuno o merienda

En Mallorca lo de desayunar cruasanes (tengo problemas incluso para escribir esa palabra) debería estar prohibido, tenemos como 3 opciones más isleñas sin tener que recurrir a ese invento francés y engordan más o menos igual, así que esa no es excusa. Empezaremos por la más conocida de todas, la ensaimada este fantástico dulce con forma de spiral con una masa hecha a base de manteca de cerdo. La manteca de cerdo que en Mallorca se conoce como saïm y de ahí el nombre de ensaimada. Existen de varios tamaños y con diferentes rellenos o sin nada más. Para desayuno o para una merienda con chocolate caliente o café con leche, es más habitual pedirlas de tamaño pequeño sin ningún tipo de relleno. Para después de una comida se pueden pedir también sin relleno más acorde al gusto local, pero para eso la prefiero con algo de relleno. La ensaimadas tienen denominación de origen por lo que no se deberían fabricar fuera de Mallorca. Para consumirlas fuera de la isla, la opción era llevarlas en el equipaje en el regreso a casa. Hoy en día también se pueden encontrar tiendas online de algunas pastelerías que las llevan a la península con o sin coste adicional, así que no hace falta venir a la isla cada vez que se quiera comer una ensaimada. De las opciones de rellenos hablaremos en el siguiente apartado.

Otro dulce para el desayuno que también está de vicio y además se hace con la misma masa que la ensaimada, es la coca de cuarto. Es un trozo de bizcocho muy esponjoso que se puede comer igual que la ensaimada solamente con un poco de azúcar glas. Yo me tomaba dos con el chocolate caliente, en vez de con ensaimada excepto si hacía la merienda fuera de Palma, en ese caso es imperdible la tercera opción. Respecto a los cuartos también se pueden comer “embetunados” recubiertos de chocolate, algo que sería mejor tomar solo no con una bebida caliente.

Valldemossa 2013

Y por último tenemos una coca que es típica de un pueblo de Mallorca, Valldemossa perfecta también para merendar, la coca de patata. Si, patata, es algo por lo que es muy conocido este pueblo y una de las razones por las que se visita a parte de que es un pueblo muy cuidado. Antes o después de la merienda en cualquier cafetería del pueblo las sirven con chocolate caliente, os recomiendo que os deís una vuelta por este precioso pueblo de la serra de Tramuntana y entreís en el museo fundación Coll Bardolet, dedicado al pintor con una completa exposición de sus obras que en nuestro blog de viajes podéis leer sobre la visita que hicimos hace unos años.

Dulces para postres

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Volviendo a las ensaimadas existen opciones de mayor tamaño más adecuadas para compartir en familia o con amigos despúes de una buena comida. Aunque hay muchos mallorquines que prerfieren las denominadas lisas, sin relleno, las opciones con algún añadido más son también muy apreciadas. La más popular y sin dudas mi favorita es la de cabello de ángel, una especie de mermelada hecha a base de calabaza y azúcar que también se utiliza para otros dulces. También el relleno de nata o trufa/chocolate también son clásicos así como el de crema que se puede quemar como la crema catalana. Todas ellas se pueden llevar en el equipaje de mano si salís del aeropuerto de Mallorca, si haceís una escala que implique volver a facturar mejor ponerla en el equipaje facturado para ahorraros problemas. Para degustar en la isla también hay variedades originales como avellana o chocolate blanco, etc que algunas pastelerías más modernas pueden hacer.

A parte de las ensaimadas también tenemos un bizcocho eleborado a base de almendra que se puede acompañar con una bola de helado del mismo fruto seco. Esto se llama Gató con helado de almendra (gató viene del francés gateau que significa pastel). Algunos pensaréis en los modernos americanos brownies que son de chocolate, pues en Mallorca tienen su propia versión del postre que no tiene nada que envidiar.

Y como no, también se pueden comer las ensaimadas de otra manera, en Puding que viene a ser una especie de flan hecha con ensaimada o galletas, que acompañado de nata es otra fantástica manera de acabar una suculenta comida. El puding de ensaimadas y postre siguente se pueden conseguir en el supermercado, hay una empresa mallorquina que se dedica fabricarlos así como pasteles de queso o flanes. Esta misma empresa también venden a restaurantes que alguno lo hace pasar como de elaboración propia, de la fabricación tan casera que hacen. Estuve en la fábrica hace años y el dueño nos lo explicó que hasta a él se lo habián hecho de dárselos como caseros. Es la única marca que prepara este tipo de cosas, es buena de encontrar.

Para terminar a parte del puding que se puede comprar en el super, está la greixonera de brossat, un pastel de requesón que se hacen en una cazuela de barro que en Mallorca se llama greixonera.

Dulces para ciertas épocas del año

Aunque ya se pueden conseguir en cualquier época, se trataba originalmente de recetas tradicionales que se sólo se hacían para festividades especiales. Empezamos por el mes de octubre con los buñuelos fritos para celebrar santa Úrsula la patrona de las solteras, también conocida como festa de les Verges. Una fiesta donde son protagonistas la tuna y los claveles. A parte de los buñelos fritos también se hacen rellenos de nata, trufa o crema como si fueran profiteroles. Se comen durante unas semanas antes y después del 20 de octubre aunque los rellenos se pueden conseguir durante más tiempo.

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El siguiente mes, noviembre, es el turno con la fiesta de todos los Santos con los mazapanes de almendra. Una dulce tradición que se comparte con Catalunya. Es una de nuestras especialidades que preparamos todos los años, incluso varias veces. Son bolas de mazapan, hechas a base de almendras y azúcar que también pueden llevar otros ingredientes como piñones o coco, cacao o café. En los escaparates de las pastelerías se pueden encontrar estos dulces algo laboriosos que se consideran producto de lujo, los de piñones se venden a 40€/kg. Hace meses en el blog publicamos la receta que es bastante sencilla para prepararlos en casa viváis en Mallorca o no.

Durante la época de Carnaval se puede conseguir un tipo de ensaimada muy especial mezcla de dulce y salado, la ensaimada de Tallades. Esa ensaimada lleva trozos de fruta escarchada como si fuera un roscón de reyes y el embutido típico de la isla, la sobrasada también a cachitos. Combinación agridulce que ya se encuentra en cualquier época del año que al menos una vez convine probar.

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Y para terminar llegamos a los dulces de semana santa que ya incluímos en el post de recetas de pascua. La versión dulce de la fiesta la representan los crespells y los robiols. En principio se hacen con la misma masa, pero los crespells no van rellenos y adoptan formas de estrella o luna. Es una receta igual que los panellets incluso más fácil para hacer con niños siempre que se tenga buenos moldes. Los robiols son empanadas dulces rellenas tradicionalmente de cabello de ángel o requesón. También son habituales las de mermelada de albaricoque o crema de cacao. La gente las prepara en sus casas durante la pascua para comerlas pero en las pastelerías se consiguen todo el año igual que las panades.

Hasta las opciones dulces más importantes de la gastronomía mallorquina que os aconsejo intentar probar cuando visitéis la isla combinandola con una buena dosis de pateos por Palma o por la serra de Tramuntana si no quereís volver con unos cuantos kilos de más.