Una de las cosas que esperabamos con más ganas del TBMTENERIFE era la actividad que habíamos pedido para el viernes por la mañana, hacer senderismo en Anaga. Cuando fuimos en febrero que lo recorrimos en coche, me quedé con las ganas de hacer una ruta de senderismo por la zona. Así que pensando que sería algo sencillo tipo la ruta de los sentidos que es la más conocida de la zona, pero no la gente de Anaga Experience tenía otra idea por lo visto.
Cuando nos recogieron en la plaza España nos llevaron al albergue del parque rural a hacer un desayuno merienda de esas que valen para subir al Everest. Ahora bien la ruta se lo merecía, desde el mismo Albergue hasta el pueblo de Taganana, el más importante del parque rural. Por la misma ruta, el camino de las Vueltas, que se utilizaba para hacer llegar lo que allí se producía como el azúcar y el vino a los mercados de Santa Cruz y La Laguna. Se llama de las vueltas porque se supone que el camino da 365 vueltas antes de llegar a Taganana. No es un camino fácil de esos que nos gusta hacer para disfrutar del paisaje. Hay partes de piedra de una calzada que hicieron los portugueses hace siglos pero no está en buen estado y muchas zonas que resbalan, así que hay que andar con cuidado. Hubo gente que se dieron unos buenos culazos pero nada más a parte de eso, yo no sé que hice pero no me caí ni una sola vez. No va ser de bajar caminando al Puerto pero eso es asfalto nada que ver de caminar por el monte.
No he encontrado mucha información en concreto de la ruta que hicimos, lo más parecido es esta ruta circular que empieza y termina en el Albergue pasando por Taganana. Esa en total es de 11,38km, por lo que creo que nosotros hicimos unos 9km pero la misma dificultad y varación que la otra ruta seguro. Aunque hicimos solo la ruta de bajada, empezamos subiendo para evitar la carretera y llegar al cruce donde el camino se bifurca hasta Santa Cruz o la Laguna. Ahí es cuando empezamos el camino de verdad con los piedrecitas de los portugueses. Los tagananeros debían estar en forma aunque también tenian sitios para hacer sus paradas como esa bifurcación con la cueva para dejar todo tipo de cosas hasta muertitos. Si, si la gente del pueblo lo subía hasta allí y el enterrador lo recogía como el sitio es fresquito pues podia aguantar unos días.
Si sois más o menos ágiles podréis disfrutar de como va cambiando el paisaje de bosques hasta los viñedos al llegar al pueblo, si tenéis que estar como mirando bien donde ponéis los pies. Nada que ver con la que hice en La Palma, la de los volcanes que también era bajada pero el camino mucho más fácil y todavía mucho más tranquilo. Aquí fuimos un grupo muy numeroso comparado con los que la gente de Anaga Experience trabaja que suelen ser de 15 personas. Pero para un tbm con más de 150 blogueros aunque fuera una actividad de viernes por la mañana que no ha empezado el congreso y no ha llegado todo el mundo, no era plan de llevarse sólo a 15, diría que al final fuimos unos 40 a hacer la actividad. Teniamos que estar hasta las de la tarde y esa fue más o menos la hora que llegamos al pueblo, lo que hay que sumar una hora más casi de regreso en autobús a Santa Cruz.
A parte del desayuno en el albergue nos dieron una bolsa con picnic, con bocadillos, agua, un plátano, una barrita de cereales y una toallita de limón de esas que te limpias las manos después de comer paella, de pelar las gambas. Explico lo de la toallita porque venía envuelta como si fuera una chocolatina y más de uno debió pensar que era chocolate. Una de esas fue Concha, que me dejó la botella de Ron Aldea que había comprado en la Palma y no se podía llevar porque a Tenerife vino con equipaje de mano. Cuando la fui a recoger la botella vi venia acompañada de la barrita de cereales y la toallita esta. Y le avisé que ya había recogido el paquetito y ella me contestó ¿una toalla?. Y le dije, si eso del envoltorio negro es una toallita de limpiarte las manos, una servilleta con olor vamos. Por lo visto sirven para más cosas que para limpiarte las manos despues pelar las gambas. Para quitarme la uña negra que me quedó después de la caminata que me estuvo doliendo casi una semana, para eso no vale. Por suerte solo fue eso lo que tengo que lamentar, que necesita su tiempo para volver a ser la que era para hacer otra ruta de senderismo más fácil que se puede recomendar para un nivel más princpiante que es lo que hacemos aquí.
Me recomendaron tu relato y me ha gustado mucho.
Como tu, yo también estuve buscando información y no encontré nada, y también creí que sería: La ruta de los Sentidos….
Hicimos el sendero ese mismo viernes del TBM y tengo la misma medalla de guerra que tu ¡La uña del dedo gordo del pie derecho negra! Comparto la misma opinión de la ruta, en algunos tramos es de dificultad media alta y en el TBM, no se dió información, tuvieron un fallo y si no me caí fue por que llevaba palos..
Curioso, aparte de compartir el mismo camino, tenemos una uña morada 🙂
Pero bueno, la ruta, sobre todo al principio es muy bonita y yo la disfruté muchísimo.
Muchas gracias por pasarte por aquí, mucha gente también comentamos lo mismo que nos esperábamos que fuera la de los sentidos. La ruta es preciosa pero hay ir con cuidado. Las rutas que yo había hecho antes y he escrito en el blog son más sencillas, al hablar de esta lo he dicho por eso, porque es diferente a las demás. Pero bueno pasamos sin muchas agujetas y con la uña morada, la mía es del izquierdo que volverá a ser normal algún día.