Dibujos animados que nos hicieron viajar en nuestra infancia

Una semana volvemos a hablar de la televisión, como ya hicimos con los documentales de v¡ajes, hoy traemos una pequeña selección de dibujos animados relacionados con los viajes. Se trata de dibujos que veía en mi más tierna infancia, porque ahora llevaba una buena temporada sin ver televisión. Digo llevaba porque estoy siguiendo los Juegos Olímpicos de Londres, algo hay que hacer para llenar el tiempo de momento.

Volvemos a los dibujos que es el tema de hoy, entre la cantidad ingente de series de este tipo teniendo en cuenta la oferta de canales que había, apenas recuerdo de relacionados con viajes. En los 80 apenas contábamos con 3 canales, los dos de televisión española y la incipiente tv3 catalana. En los 90 llegaron las privadas Antena 3 y Telecinco que ya me empezó a pillar tarde. En ese momento además se comenzaron a emitir los mangas japoneses más en masa y precisamente Son Goku y compañía no son muy viajeros. Y curiosamente los viajes no es habitualmente parte del argumento de este tipo de series. Supongo que la razón será que los niños no necesitan ser estimulados para viajar, que puedan o no aguantar un trayecto en avión, barco, tren o coche es otra historia. Pero a todo se acostumbran sin duda, sobre todo cuando descubren lo que viene después.

La mayoría de las series que destacamos fueron emitidas en los 80 y principios de los 90 pero son incluso más antiguas. Por las tardes y después de los telediarios los fines de semana, lo de los canales temáticos programas tipo el club 3 llegaron en los 90 y en la primera década del siglo XXI. Pero encontrar alguna de estos dibujos en esas cadenas es bastante difícil, para conseguir referencias hemos tenido que ir a Youtube y ver si había algún vídeo perdido para que sirviera de ejemplo. Al final hemos conseguido recopilar las series que recordamos de procedencia japonesa, francesa y española.

Aunque he dicho antes que los mangas actuales no son muy viajeros, hay algunos ejemplos muy interesantes ya que es una disciplina muy variada donde caben desde series de artes marciales (Dragon Ball), de niños deportistas (Oliver y Benji) o adaptaciones de cuentos (Heidi). Pero todos justamente con el nexo común de la superación personal, que es un valor muy importante a potenciar en la educación. ¿Y esa característica esta muy marcada en la que es mi serie favorita. Os acordáis de la niña huérfana Candy que vivía en un orfanato, se le iba la amiga, perdía el novio y le pasaban todo tipo de desgracias a la pobre?. Pues también viajaba, cuando una familia la adoptó, fue a estudiar a un internado en Londres. Más tarde volvió a EEUU de polizón en un barco, estudió enfermería en alguna ciudad norteamericana, fue a trabajar con la compañía que construía el ferrocarril en Estados Unidos curando a los obreros que lo construían, vivió en Nueva York y algún capitulo creo estuvo en México. No esta nada mal para una serie tonta de niñas, que más de uno me ha dicho.

Otra serie japonesa por excelencia es Heidi pero viajera precisamente no era por muy lejos que estuviera Frankfurt de Dorfi. El viajero por excelencia era Marco, el niño italiano que iba a Argentina a buscar a su madre. Es lo que parece a priori la adaptación de otro cuento, pero tengo que decir que no es así. La historia de Marco de los Apeninos a los Andes no es obra independiente por ella misma, es parte del libro Corazón de Edmundo de Amicis. Ese libro es un Clásico con mayúsculas de la literatura infantil y juvenil de todos los tiempos que trata de la vida de un niño en la Italia recién reunificada, en su casa y en el colegio. En teoría en la escuela leían “cuentos italianos” que debían copiar porque no se podían quedar ni comprar los libros y una de esas historias escritas ex-profeso era la de los Apeninos a los Andes. Lo que si se puede encontrar es el libro sobre la serie, quizá más que los propios dibujos que apenas recuerdo haber visto en la televisión. La que si recuerdo es la versión en niña que dieron en Telecinco principios de los noventa con un punto a Heidi pero por casualidad. También era una serie japonesa adaptada de una novela francesa del siglo XIX. La serie se llama Perrine y es la historia de una niña bosnia de unos 12 años que pierde a su padre francés y se marcha con su madre a Francia a buscar a la familia de su padre. Viajaban con un carromato y la cámara de fotos del padre que las utilizan para mantenerse durante el viaje. Durante el camino, la madre muere y ella tiene que llegar sola a conocer a su abuelo que es propietario de fábricas donde ella tiene que empezar a trabajar para llegar a él. La novela en cuestión se llama En Familie y es obra del escritor francés Hector Malot. Fue publicada en 1898 con el objetivo de luchar contra el trabajo infantil y en favor de los derechos de los niños después del estallido de la revolución industrial. En Japón se emitió en los años 70 igual que Candy, Candy, cuando se adaptaban cuentos infantiles pero de los tristes, da que pensar si era para que vieran los afortunados que eran los niños japoneses respecto a los occidentales.

Otra adaptación nipona de una versión de un clásico de la literatura realizada en los 80 ya menos tristes que las anteriores, es la familia Robinson. De una adaptación suiza de Robison Crusoe basada en una familia, conocida también como los Robinsones de los Mares del Sur. A parte de los dibujos también se han hecho películas de la novela suiza. Es la historia de la familia Robinson que al padre medico le ofrecen un trabajo en Australia y todo la familia se van en barco a Australia. El barco naufraga y acaban viviendo en una isla desierta y la serie explica su día a día. En los dibujos animados, la familia tenia 3 hijos y una hija, que la niña era lo mejor de la serie con las ocurrencias que tenia. Encontró una cueva y los convenció para ir a vivir allí en vez de la tienda en la playa que tenían y antes de hacer la casa en el árbol. La emitieron en TV3 a finales de los 80 antes de que empezaran a emitir el club 3. La novela se llama los Robinsones Suizos y es de Johann David Wyss.

Dejamos las series japonesas por una serie francesa protagonizada como en el caso anterior por una niña pero esta vez muy viajera. Con un muy buen argumento, es la historia de Clementine, una niña francesa que queda inválida por un accidente de aviación y su padre se la lleva a recorrer el mundo. Pero no se trata de viajes solo de placer, cada noche Clementine recupera su mágicamente movilidad, si queréis pensar que en sueños, para revivir un hecho histórico en cada lugar que visitan. Algo así como las Tres Mellizas que las hacen meterse en los cuentos para que lleguen al final previsto. Esa parte histórica hacia la serie francesa muy interesante, igual que la vuelta al mundo que se daba. La emitían en la 2 por las tardes entre semana a finales de los 80.

La vuelta al mundo de Clementine podía estar muy bien pero la mejor vuelta al mundo en dibujos animados es otra. Una mítica serie que no puede faltar en ninguna selección de dibujos animados de todos los tiempos y por supuesto había que dejarla para el final. Una seria además producida en España adaptación de una novela de un no muy viajero Julio Verne, Le Tour Du Monde en 80 jours. La vuelta al mundo de Willy Fogg, otro clásico de los 80 de después del telediario de los fines de semana. Egipto, India, Japón, Estados Unidos debieron ser los primeros países que aprendimos mientras veíamos a Willy Fogg, Rigodón, Tico y la princesa Romy cumplir la apuesta de dar la vuelta al mundo en sólo 80 días. Aunque la adaptación es un poco libre entre otras cosas porque el personaje del ratoncito andaluz no está en el libro original ni en la película clásica, no deja de ser uno de los mejores dibujos animados que se han hecho de viajes o no.