Un paseo por la Barcelona Olímpica

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Verano del 92. Han pasado 20 años, iba a cumplir 13 años. No se trata ni mucho menos del verano de mi vida ni nada de eso. Fue el verano de las Olimpiadas de Barcelona, una fecha que cambió la Ciudad Condal y la puso definitivamente en el mapa del mundo. Después de años de grandes transformaciones, en que la ciudad se abrió al mar y se construyeron nuevos edificios que se han convertido en nuevos referentes de la ciudad.

No fue la primera ocasión ni la última en la ciudad se ha renovado completamente. Antes fueron las exposiciones universales de 1888 y 1929, una época que Eduardo Mendoza plasma fantásticamente en La Ciudad de los Prodigios y después el Fórum de las culturas en 2004.

Ese verano estuve en Barcelona pero de los juegos olímpicos solo puede ver pasando por una autopista un prueba de piragüismo que se veía a lo lejos. Pero si que puede ver el espíritu de la ciudad, esa Barcelona Olímpica eufórica que no dormía. Las calles llenas de gente de todos lados, felices por el buen tiempo, el evento y esa ciudad renovada. Creo que no he visto algo así en ninguna otra ciudad.

Veías a lo lejos la torre de Collserola inaugurada no ha hacia mucho tiempo guardando la ciudad desde la montaña. Un torre que se puede visitar y tener una fantástica perspectiva de la ciudad como contaba no hace mucho el arquitecto viajero.

Después bajando hacia la plaza España donde están los pabellones de Fira de Barcelona que fueron construidos para la exposición de 1929 que son la entrada al Museo Nacional de Art de Catalunya MNAC, el pabellón Miles Van de Rohe y lo que hoy es el Caixaforum Barcelona en la antigua fabrica textil modernista Casa Ramona.

Y las fuentes de Montjuïc que cada noche se iluminaban de colores cuando acababa la jornada Olímpica, un poco más allá en el estadio olímpico. Un estadio construido en los años 20 cuando ya se soñaba con unos juegos olímpicos. Y en el recién construido Palau Sant Jordi escenario no solo de eventos deportivos, si no también musicales. Lástima que solo he estado 3 veces, la primera en 2007 en un concierto de Maná antes de ir a París.

Y finalmente el mar, desde la Barceloneta con el nuevo puerto Olímpico. Con el Maremagnum que recuerdo que al principio estilo mercado restaurantes para comer comida de distintos países con un gran patio. Y todavía un poco más lejos, la vila Olímpica y sus playas urbanas, un nuevo barrio de la ciudad. Escenario del primer “culebron” de la televisión catalana Poble Nou referiendose a la zona que se encontraba con la parte pre olímpica y post olímpica.

Para terminar el paseo por la ciudad y el recuerdo una visita al Museo d’Història de Catalunya donde se puede hacer un repaso a la historia de esa y otras épocas de una manera bastante amena. Aunque ese recuerdo sigue bastante vivo todavía, la mayoría de edificios han quedado y el espíritu parece que también.

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