Paseando por las Islas Canarias: Una tarde en Garachico

una tarde en garachico
 
Pocos lugares en la isla de Tenerife son inolvidables como este, como olvidar un pequeño pueblo de costa con un trozo de roca enorme plantada en el mar. Como la mayoría de lugares de esa parte del archipiélago canario, no recuerdo que Navidad o que verano fue la primera vez que lo visité y creo que tampoco importa. No importa porque además de una original panorámica desde un mirador en las montañas cercanas, ese pueblo tiene mucho más que ofrecer.

Ese pequeño pueblo fue hace siglos la capital de los antiguos aborígenes canarios, los guanches. su nombre en aquel entonces era simplemente Gara y cuenta la leyenda que sus calles estaban pavimentadas en oro. Fueran o no sus calles de oro, debía ser un ciudad grande y hermosa pero sufrió un fatal destino. Similar a la ciudad italiana de Pompeya, una erupción vólcanica la arrasó por completo. El padre Teide la dejó convertida en el pequeño y pintoresco pueblo que es hoy.

 

Garachico

Un lugar por el que pasear por su muelle y si sois buenos nadadores daros un chapuzón en sus piscinas naturales preparadas para el baño. El mar canario es un poco traicionero y a muchas veces no es adecuado para el baño sobretodo para los nadadores no muy expertos. Hay otros lugares en la costa norte de Tenerife como en el Puerto de la Cruz, hay zonas rocosas donde el mar entra formando piscinas y son aprovechables para el baño ya que están bien acondicionadas.

Garachico 

 Aunque las calles de la ciudad actual no estén pavimentadas en oro, pasear por ellas es otra de las actividades que se pueden hacer en Garachico. Eso fue lo que hicimos la tarde de ese día, tras aprovechar para tomar el postre y cafés en Le Pastissier, una cafetería bajo uno de los hoteles rurales de la localidad. Con ese nombre tienen que tener buenas tartas ademas conexión wifi (con clave, hay que pedirla) que tan falta nos hace estos días. Hay bastante variedad de tartas y dulces, una buena opción es la tarta de tres leches o la de zanahoria y chocolate. El edificio es una antigua casa rehabilitada como muchas de las casas del pueblo, sean hoteles o no. Con excusa de bajar la comida, se puede aprovechar para callejear y descubrir pequeñas joyas arquitéctonicas que han sobrevivido con la ayuda de una acurada restauración y mantenimiento al paso de los siglos y a la cercanía del mar.

 

Garachico

Se pueden ver casas de estilo más canario con sus balcones de madera y otras que recuerdan a residencias más típicas del otro lado del charco. No es extraño porque durante siglos muchos canarios emigraron a países como Cuba o Venezuela y algunos regresaron, unos más ricos, otros más pobres. Algunas son hoteles rurales de buena categoría, instituciones además de viviendas.

Garachico 

 En el pueblo tampoco faltan iglesias de estilo renacentista colonial y fiestas religiosas, en el mes de agosto se celebran las fiestas de San Roque con una romeria y otros actos. La localidad estaba decorada de una forma especial y diferente con temática china, había incluso una réplica de una puerta de madera roja con dibujos que se puede ver en muchas entradas de barrios tradicionales chinos de muchas ciudades. También habían carretones decorados para un desfile de año nuevo, esperando su turno para amenizar alguna fiesta o reposando de ella.

 

Garachico

Con fiestas o no, siempre es buen momento para pasearse por Garachico. No está mal comunicado por transporte público, desde la capital Santa Cruz a unos 80km se puede llegar con la línea de autobús 107 y desde el Puerto de la Cruz a unos 40km con la guaga 363. 

Más información sobre transporte público la podeis encontrar en el post Cómo moverse en transporte público por Tenerife.

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