Vuelta a Europa de Lisboa a Estocolmo en 7 platos

Esta semana vamos a hacer una vuelta a Europa a través de su gastronomía. La semana pasada hicimos una vuelta literaria por algunas de las ciudades que aparecen en los libros de Isabel Allende. Así que en este paso vamos a repasar algunos de los platos que hemos comido en nuestros viajes por Europa.

Siguiendo un orden geográfico vamos a empezar por Lisboa y a terminar en Estocolmo. Pero no sólo vamos a ir a Europa continental también vamos a pasar por islas europeas. En este viaje gastronómico tendremos dulces, para postre o no, desayunos, primeros y segundos platos.

Vuelta a Europa en 7 platos

Pasteis de Belem

1. Lisboa – Pasteis de Belén

Estos dulces típicos de este conocido barrio de Belén, son algo peculiares para el hispanohablante. Su nombre en portugués es “pastei de nata”, pero no tiene nada que ver con la substancia grasa de la leche que pensamos. Su masa de hojaldre está en realidad rellena de crema pastelera. La crema pastelera lleva generalmente leche, huevos, vainilla, fécula o almidón de miz, azúcar y ocasionalmente mantequilla.

Lo tradicional para los turistas es ir a degustarlos al barrio de Belén, en una conocida pastelería. Fuera de Lisboa también se pueden conseguir para quitarnos el gusanillo de comerlos. Hace años dedicamos a un post al origen de este dulce portugués junto a otra bebida tradicional. Que sepamos nadie ha dicho que se deban consumir juntos, los pasteis y la Ginjinha que en este caso es del barrio de Rossio.

Irish Breakfast

2.Galway – Desayuno Irlandés

De Lisboa nos vamos a Galway en Irlanda para degustar su tradicional desayuno. En nuestro segundo viaje a la isla esmeralda tuvimos oportunidad de degustarlo en nuestro B&B. Es una variante del desayuno inglés, igual de contundente. Pero por algo el desayuno dicen que es la comida más importante del día.

Un desayuno irlandés está compuesto de huevos, bacón, tomate, salchichas black y white pudding. Black y white pudding es una embutido tradicional de países anglosajones. En el aeropuerto de Dublín mismo se puede conseguir para preparar este plato en casa. En el blog tenemos publicado también más info de qué comer en Irlanda.

3. Londres – Fish and Chips

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Es otro plato tradicional de Reino Unido aunque también se consuma en Irlanda. No hay viaje a Londres en que no hagamos parada en nuestro pub de cabecera a degustar una ración de Fish and Chips. Pescado empanado con patatas fritas y guisantes. Y eso que las patatas fritas no nos gustan demasiado. El pescado normalmente es bacalao fresco, pero también se pueden usar otros pescados.

Se trata realmente de un plato muy fácil de conseguir desde puestos callejeros a restaurantes. De hecho fuera de Londres también, En Glastonbury de hecho encontramos un restaurante dedicado sólo al fish and chips con muchas variedades según el tipo de rebozado. Y después del Fish and Chips, nos vamos con el Eurostar a la cuidad del siguiente plato. Aunque ese transporte lo usamos para ir al destino del plato número 5.

4. París – Galettes (Creps Saladas)

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En nuestro último viaje a París, buscando el restaurante de crepês dónde comimos en el primer viaje, dimos con este otro que hacían galettes. Las Galettes serían una versión de las creps en salado. Se comen en diferentes lugares de Francia y las más parecidas a la foto son las de Normandía.

Elaboradas con trigo sarraceno admiten casi cualquier ingredientes como las arepas venezolanas o las piadinas italianas. Estas son más bien tipo tostadas, existen otras como las bretonas que envuelven los ingredientes como si fuera un sobre o un paquete. Y como ya va siendo hora de comer algo de postre dulce, nos vamos con el thalys al destino del siguiente plato.

Bruselas

5.Bruselas – Gofres

Seguimos nuestra vuelta a Europa en 7 platos, con uno de los platos que más nos han sorprendido, los Gofres de Bruselas. Bruselas es una de las pocas ciudades europeas que nunca hemos llegado en avión, siempre lo hemos hecho en tren. Está tan bien conectada con capitales como París, Amsterdam o Londres que si visita una de ellas en el mismo viaje, lo más cómodo sea llegar en tren.

Más que los gofres, pueden ser más conocidos los mejillones o las patatas fritas. En nuestros viajes a la capital de Europa, también hemos comido mejillones, pero lo de los gofres es algo que sigue sorprendiéndonos. Cómo puede tener algo que se fríe, esa masa que sabe tan suave y ligera. Y eso hace que no los coma habitualmente porque ese sabor es dificil de encontrar fuera de allí.

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6. Berlín – Currywurst

Suponemos que desde Bruselas habrá trenes a Berlín pero no hemos necesitado averiguarlo. Lo que si sabemos es que hay vuelos baratos a Copenhague y que este plato tiene hasta un museo. Algo tan alemán como la salchicha, bien merece un museo, pero en Berlín el museo sólo está dedicado al currywurst.

La salchicha al curry están importante en Berlín que no sólo se puede conseguir en todas partes, que hasta tiene una exposición permanente. Siempre nos han gustado más otros platos alemanes como las bouleten, que son albóndigas pero esas son la especialidad del último destino. Pero en nuestro último viaje a la capital alemana, decidimos dar una oportunidad a este plato y probarlo cuando visitamos la East Side gallery. No recuerdo que era lo que acompañaba.

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7. Estocolmo – Albóndigas suecas

Y terminamos nuestra vuelta a Europa en 7 platos, con un plato popular en España gracias a unos grandes almacenes que fomentan el bricolaje casero. Albóndigas se comen en muchos países, y son tan buenas de masticar que son las favoritas de todo el mundo. De pequeña eran una de mis comidas favoritas tanto en casa como en el colegio. Pero no recuerdo haber ido a comerlas a los grandes almacenes, he ido a otras cosas pero no a comer diría.

En nuestro viaje durante la semana santa de 2013, se me ocurrió ir a probarlas a un sitio muy curioso, el museo Skansen. Se trata de un museo dedicado a la vida rural con reproducciones de edificios del campo a tamaño real y en algunos lugares con actores que representan los diferentes oficios. Con por supuesto un restaurante de comida casera, que fue dónde las comimos. Estaban buenas pero en casa no las haríamos así, con frutos rojos y rúcula.

Y hasta aquí nuestra vuelta a Europa en 7 platos de Lisboa a Estocolmo.