En muchas ciudades no es raro encontrar un palacio real, lo no tan habitual es que haya varios en un misma ciudad y por supuesto que se puedan visitar. Este es el caso de Estocolmo, del que ya hablamos del Palacio de Drottningholm y en este post vamos a hacerlo del que se considera la residencia oficial y de trabajo del rey de Suecia, Carlos Gustavo. Y quien no trabajaría en un lugar como este, en pleno centro, Gamla Stam de Estocolmo.
De una antigua fortaleza del siglo XIII salió un primer palacio llamado Tre Kronor (tres coronas) debido a las agujas de la torre principal. En el siglo XVI se hicieron obras para darle un estilo renacentista y en el siglo siguiente un estilo barroco. Pero gran parte se derrumbó a finales del siglo XVII y se reconstruyó de la forma en la que lo conocemos actualmente. Es uno de los palacios más grandes que se sigue utilizando para su propósito original, con más de 600 habitaciones hay espacio para todo, para trabajar y para mostrarlo al público. Y el espacio abierto al visitante, que pude variar según la agenda del rey, es mucho más amplio que en otros palacios. Normalmente en los palacios reales se permite visitar los llamados apartamentos de Estado y privados con salas de recepciones, despachos, dormitorios del rey y de la reina, comedores, etc. Aquí además de los apartamentos de estado que incluyen un buen número de habitaciones, se pueden visitar otras áreas. Una de ellas son los que se pueden consideran los apartamentos privados conocidos como Bernardotte que es el nombre de la dinastía reinante. Los Bernardotte son de origen francés y eso se nota en las decoraciones de las salas,igual que en Drottningholm pero aquí se ve de forma más espectacular y en más extensión. También se pueden visitar otros apartamentos, los de las 4 ordenes de caballería, con una estancia dedicada a cada una de ellas y unos apartamentos para invitados, Guest Apartments con mobiliario de los siglos XVII y XVIII con el mismo esplendor que el resto. 4 apartamentos es lo que se puede visitar en este palacio al que hay que sumar la sala de estado, un gran espacio donde el rey hace recepciones importantes y hasta 1975 abría la apertura anual del parlamento sueco que se encuentra al lado.
Además del palacio real en si con estos 4 apartamentos también se pueden visitar hasta 4 lugares más, la Capilla Real sin coste adicional, como uno una sala del tesoro que incluye cetros, coronas y parafernalia real incluida el museo Tre Kronor y el museo de antigüedades de Gustavo III. El museo Tre Kronor es muy original, está dedicado al antiguo palacio y muestra la parte que sobrevivió al incendio de 1697. Con la entrada al palacio real se incluyen estos dos museos y en verano que es cuando esta abierto también el museo de antigüedades. Cuando lo visité a finales de marzo en semana santa, ese museo no estaba disponible para visitar. Pero aún así el palacio ofrece mucho que ver para los amantes de este tipo de construcciones sean monárquicos o no. La entrada general que puede incluir visitas guiadas según un calendario que encontraréis en su web, cuesta 150 SEK, poco más de 16€. Pero con la Stockholm card la entrada está incluida.