Trenes Ecuador: Nariz del Diablo

Vagones del tren de la Nariz del Diablo en Ruta
Vagones del tren de la Nariz del Diablo en Ruta

Una de las primeras cosas que miro para planificar un viaje a un país nuevo es si tiene o no ferrocarriles en funcionamiento. En Europa el tren es un medio de transporte muy desarrollado pero no en cambio en América Latina sobre todo en el caso de transporte de pasajeros. Un caso curioso es Ecuador país que visitamos en abril que en 1873 inició la construcción del ferrocarril que uniría Guayaquil en la costa del Pacífico con Quito la capital en los Andres. El tren tras muchos problemas en su construcción llegó finalmente a Quito 1908. La linea completa estuvo abierta al tráfico de personas y mercancías hasta 1990. Con la aparición del automóvil y la construcción de carreteras, el tren dejó de ser rentable y no era viable mantenerlo. Y la historia del ferrocarril ecuatoriano hubiera terminado aquí, si no fuera porque en 2007 se les ocurrió restaurar las vías, las estaciones y los trenes para el turismo. Empezaron a abrir tramos y ofrecer rutas turísticas además de la opción completa de Tren Crucero que en cuatro días hace todo el recorrido disponible con paradas para conocer y pernoctar en los diferentes lugares ya que los trenes no están habilitados como hotel. Pero el tren crucero solo circula en unas fechas determinadas y unos precios algo prohibitivos a diferencia de las excursiones sueltas que tienen precios mucho más razonables. Se trata de 11 excursiones que recorren diferentes tramos del trazado, desde Quito, Guayaquil, Alausí, Riobamba, Ambato y El Tambo. Normalmente circulan los fines de semana y festivos con un frecuencia y además del recorrido en tren ofrecen diferentes actividades, por lo que algunas excursiones duran hasta 10h, todo el día completo. Tienen bastante demanda por lo que conviene reservar con antelación en las estaciones o en la oficina de turismo de Quito ubicada en Plaza Grande.

Uno de los paisajes del recorrido del tren del Diablo
Uno de los paisajes del recorrido del tren del Diablo

Iba con la idea de hacer la ruta de la Avenida de los Volcanes que sale de Quito y llega a Latacunga y puedes ver la sierra con sus volcanes. Justamente en abril estaba en mantenimiento, al cambiar de estación toca revisar que todo esté en orden. Así que tuve que buscar otras opciones entre la poca disponibilidad que había por ser semana santa y me decidí por otras dos rutas, pero solo puede hacer una, la Nariz del Diablo entre Alausí y Sibambe.

Estación de Sibambe desde el mirador
Estación de Sibambe desde el mirador

La ruta de la Nariz del Diablo es de las más cortas y la que tiene más frecuencias y días en que circula de Martes a Domingo y festivos. El martes con dos salidas y el resto de días con tres. Es de las excursiones más caras 25$.La excursión dura 2 horas y media, con lo que ir y volver el mismo día de Quito es más o menos factible. Desde la estación de Quitumbe al sur de Quito salen buses a Alausí que tardan 6 horas por las mañanas por 5,65$ o Riobamba que está a 4 horas de Quito y a dos horas de Alausí, cada media hora todo el día y desde Riobamba hay buses a Alausí cada hora. En este caso como son dos billetes distintos sale un poco más. En Alausí hay un par de hostales si no queréis hacer todo el viaje de golpe. Alausí es un pueblo muy tranquilo y no hay mucho que ver o hacer.

Entrada museo del tren Condor Puñuna
Entrada museo del tren Condor Puñuna

El tren de la Nariz del Diablo fue durante mucho tiempo considerado el tren más difícil del mundo. Es una ruta de sólo 12km y que asciende una montaña de poco más de 1900 metros de altura llamada Cundur Huachana, nido de los cóndores que destaca por su pico que tiene forma de nariz que hace parezca una cara de persona. En 1901 las obras del ferrocarril llegaron a ese punto y surgió el problema de como flanquear la montaña. Decidieron utilizar una técnica llamada zig zag en reservar o switchback en la que el tren rodea la montaña yendo marcha atrás. Pero una vez decidida la técnica, no fue fácil la construcción por eso el nombre del Diablo, como si hubiera una especie de maldición sobre la montaña. La mayoría de obreros no sobrevivieron tanto esclavos jamaicanos como indígenas obligados a trabajar forzosamente tanto por el difícil clima como por la propia construcción. Además de ahuyentar a los cóndores de la zona, que emigraron buscando un lugar más tranquilo, quedando solo en la toponimia. Esto es lo que hace especial el tren en sí pero lo que hace original la excursión son los paisajes, los valles y las montañas que se pueden ver durante el recorrido. Incluso está planteada como ruta fotográfica, a parte de explicarte la historia del tren y de la zona, el o la guía que hay cada vagón, al menos la de mi vagón lo hacía, va avisando de los paisajes de postal y del resto de vagones del tren. Esto es posible porque el tren circula a una velocidad de 20km por hora a la ida y 30 a la vuelta.

Montaña Nariz del Diablo desde la parada fotográfca
Montaña Nariz del Diablo desde la parada fotográfca

Además de poder hacer las fotos con el tren en marcha, se hace una primera parada para ver la Nariz del Diablo completa un poco más allá de la estación de Sibambe. Después el tren para en la estación de Sibambe para visitar el museo mirador, Cóndor Puñuna sobre el tren y su construcción. En la subida al museo hay un pequeña plantación de hierbas y plantas con usos medicinales todas perfectamente identificadas y explicadas. Algunas tan uso tan común como la lechuga que es buena para los resfriados, así que no hay excusa para no tomar ensalada en invierno. Más cerca de la estación hay un pequeño mercadillo en una explanada donde los indígenas hacen un representación de sus costumbres bailando. El museo, la cafetería del mirador, el mercadillo y la cafetería de la estación está gestionado por indígenas locales. Todo el proyecto del tren en Ecuador está muy ligado a ellos. La visita al museo está incluida en el precio del tren, en el billete hay un cupón que hay que entregar a la entrada del museo. Y también se incluye un refrigerio en la cafetería de la estación de Sibambe con otro cupón con valor de 2$ que da para una bebida y un bocadillo o pasta. Un cocacola y un chimbolito, que ya había probado en Quito en un restaurante venezolano que igual que las arepas era tamaño gigante. Este era más pequeño pero más sabroso sobre todo porque el otro me lo tuve que comer en dos días de grande era. Tras el refrigerio, toca el regreso de Sibambe a Alausí y allí termina la excursión.

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