Por primera vez en Travelling Dijuca, vamos a hablar de un edificio en el que como viajera paso bastantes ratos, bastante más moderno que uno de los post de la semana pasada, Stonehenge. Se trata del nuevo aeropuerto de Lleida, que entró en funcionamiento en febrero de este año y utilice a finales de ese mismo mes para volver del viaje del messenger.
El hecho de vivir en una isla como Mallorca, me hace viajar bastante en avión y he estado en bastantes aeropuertos de diferentes clases, más grandes, con varias terminales pero este de Lleida- Alguaire debe ser sin duda el más pequeño y porque no, el de la terminal más original, con la torre de control integrada en la propia terminal cubierta con 2 chapas metálicas de colores verdes y amarillos.
Por dentro es bastante curioso, en una esquina se encuentra un bar, seguido de los 4 mostradores de facturación, el control de seguridad y la sala de llegadas. Cuando fui solo salia mi vuelo, pero el aeropuerto estaba lleno, la gente de los alrededores iba a pasar la tarde del domingo allí por lo visto.
Al llegar tuve que ir a por la tarjeta de embarque, porque no se podía sacar la tarjeta de embarque online aunque no iba a facturar equipaje. Después de eso, a esperar que abrieran el control de seguridad para pasar a la sala de embarque.
En realidad el proceso de embarque empezó antes de pasar el control de seguridad, cuando te comprueban la documentación y la tarjeta de embarque. Después pasas a una sala a esperar a que llegue el avión. Esta bien porque ves aterrizar el avión, como se acerca a la terminal, le ponen las escalerillas y baja la gente. Este aeropuerto tiene algo que me gusta mucho y he visto en muchos aeropuertos de Europa, se va andando a la terminal, ni finger ni jardineras.
La verdad es me gustó la experiencia estar en una aeropuerto tan nuevo y tan pequeño que ves cosas que en los grandes no se ven de como funciona un aeropuerto, que cuando se viaja bastante tiendes a fijarte en esas cosas.
