Visita aeronáutica en tren a Toulouse

Cuando se vive en territorio continental, la forma de viajar cambia hasta el punto de usar menos el avión para ciertos trayectos. Según la distancia compensa más ir en tren o autobús, pero eso no significa que no pises un avión. Esto fue lo que me pasó en Toulouse, que por algo es uno de los centros de aeronáutica más importantes de Europa, llegué en tren por distancia, pero acabé subiendo al Concorde y al A380. Pero pasaron muchas más cosas en ese viaje, que vamos a contar por orden.

Preparación del viaje a Toulouse

Lo de visitar Toulouse fue una decisión de última hora para aprovechar mis dos semanas de vacaciones visitando a mi familia. Mi amiga Karla de Ecuador que visité en su país en 2014, está viviendo ahí y aproveché para visitarla. También habían pasado poco más de 2 años de mi último viaje a Francia por el TBMPoitiers y como no conocía la ciudad, me puse a organizar un poco para estar unos días allí.


Igual que el viaje a Poitiers y Burdeos, lo hice enteramente en tren, aunque en este caso el transbordo me tocó hacerlo en Narbona. Trenes directos desde Barcelona dejó de haberlos hace tiempo, por la pandemia no resultaron rentables, parece. Para reservarlos, primero miré la web de Renfe-SNCF, pero solo ofrece trayectos directos, así que seguimos buscando.

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Soportales de la Place du Capitole, decorados con diferentes motivos. Uno de ellos, Carlos Gardel porque nació en Toulouse según reza su partida de nacimiento

La nueva web de SNCF que ahora se llama SNCF Connect parecía la mejor opción. Ya que es la página oficial para compras de los trenes franceses, después de que OUI.sncf desapareciera. Esa era la página que usaba anteriormente y aquí recomendábamos y como afiliado daba resultado. Por el momento no vamos a trabajar con ese tipo de cosas. Una de las razones que aunque la página da horarios para preparar el viaje, a la hora de hacer la reserva, mi tarjeta bancaria portuguesa no es aceptada. No sé si solo estaba pensada para tarjetas francesas en ese momento, a finales de junio, pero la cuestión es que no se podía completar la compra.

Así que tuve que ir al comodín, aunque siempre prefiero hacer las reservas directas con la compañía, que es la web de Trainline que ahí se encuentra todo y mi tarjeta portuguesa no era un problema. Los mismos horarios, el mismo precio más algo de comisión, no tiene pérdida.

Al contrario de los trenes, el alojamiento fue mucho más sencillo. Al igual que en Burdeos, acababan de abrir un hostel de la cadena Eklo en Toulouse, en la zona de Cartoucherie. Céntrico no es, pero tiene tranvía al Aeropuerto y está cerca del Zenith donde hacen conciertos. La zona está aún en construcción, pero es fabulosa para pasear. En su propia web tienen diferentes tarifas, según el tipo de habitación, no todas son compartidas y algunas que incluyen desayuno. El edificio es diferente al de Burdeos, pero las habitaciones son iguales, todo ecofriendly hasta en las opciones de comida.

Y por último el Pass turismo para tener los transportes cubiertos. También incluye museos gratuitos y otros descuentos. Incluye también una visita con guía oficial en Español. Sin ver tantos museos esta vez, compensa por no tener que pensar en los billetes de transportes. Aunque hay billetes para 3 días y recargables, personalmente soy muy cómoda para estas cosas.

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Vista del barrio de La Cartoucherie

Llegada a Toulouse y día 1


La llegada fue toda una aventura, aunque no lo parezca. Al llegar a Narbona, resulta que el tren TER a Toulouse estaba cancelado y no parecía que hubiera otro. Así que nos mandaron en autobús a Carcasona, después de un poco de lío desde dónde y cuándo iba a salir. Y allí, en Carcasona, solo había que tomar el siguiente tren TER a Toulouse. Había comprado ese horario para llegar a Toulouse a comer a hora francesa, pero no salió bien. En el súper de la estación compré algo para comer.

Al llegar a Toulouse, no tenía tiempo de pasar por el hotel a dejar la mochila y necesitaba la tarjeta de turismo para el transporte. Así que fui andando a la place du Capitole, a comprar la tarjeta. Desde la estación no es muy lejos y allí no la venden. Justamente ese día no funcionaba el metro, había habido un accidente y estaban las dos líneas cortadas.

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Antiguo hospital de Toulouse, en la otra orilla del Garona. Se ve tanto en la ruta del trenecito turístico por el centro como con la visita guiada.

Así que fui allí, la compré y reservé también la visita guiada para el sábado, que era el siguiente día que la hacían y podía ir. La oficina está detrás del ayuntamiento, en una plaza que se llama Charles de Gaulle. Por ahí me quedé esperando a mi amiga Karla para que me llevara al tren turístico de Toulouse. Aunque ya me había subido a dos, un tercero no me molesta para nada. Pero esté no va por raíles porque tiene ruedas.

Pues bien, ese trenecito con ruedas iba a ser mi primer contacto con la ciudad y la historia de Toulouse. El tren turístico tiene 2 rutas, una por el canal de Midi y otra la que hicimos por el centro de la ciudad llamada Garonne como el río. No está incluido en la tarjeta de turismo de la ciudad, pero si hacen descuento al presentarla. La ruta del centro de la ciudad no se había estado haciendo por trabajos en las calles. Estos trenes turísticos funcionan como los buses turísticos, te pones unos auriculares y te van contando la historia de los lugares por los que pasas en diferentes idiomas, español incluido. En Toulouse se habla más español que inglés realmente.

La ruta del tren turístico empieza en la plaza del Capitol y termina ahí mismo. Los vagones son bastante anchos y se puede ir bastante cómodo. Para más información podéis visitar su página web Le Petit train de Toulouse.

Más tarde llegué al hostel y estuve paseando para encontrar dónde cenar. Aunque no esté en el centro, hay supermercados y restaurantes para elegir. Esa noche fui a uno de tacos, que en Toulouse tienen su propia manera de hacerlos. Los sirven completamente cerrados y rellenos de infinitos sabores. New School tacos se llama el sitio, pero existen otros restaurantes que también hacen tacos. Este está en la misma calle del Eklo más arriba, al lado de un supermercado Spar.

Después de cenar como aún era de día, aproveché para pasear un poco más por Toulouse. El tranvía que pasa delante del Eklo termina en Palais de Justice. Un poco más arriba de la parada están los grandes jardines de la ciudad que visité con más calma el sábado antes de la visita guiada.

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Monumento a la Resistencia en Toulouse

Lo que hice por la hora es llegar hasta el canal de Midi pasando primero por el monumento a la Resistencia, en francés MONUMENT A LA GLOIRE DE LA RESISTANCE que está en el paseo de Frédéric-Mistral. Aparte de la parte visible existe un museo subterráneo sobre la resistencia. Al principio del parque se pueden ver otros monumentos en recuerdo a deportaciones en la segunda guerra mundial. Aunque lo curioso de ese paseo es que se puede ver gente jugando a la petanca y no como en España, gente mayor, no, no. Ahí estaba jugando gente joven, tirando bolas para mover las que ya están en el suelo. Con razón hay bolas de petanca en el Decathlon que mi padre fue a comprar cuando empezó a jugar. Antes de la pandemia llegó a ganar campeonatos en el pueblo, pero con esta juventud no sé si puede.

Para volver al hostel, como ya habían restablecido parte del servicio de metro, puede aprovecharlo para volver a casa. El metro me recordó un poco a línea Jubilee de Londres con las puertas en el andén para acceder a los vagones. Lo usé para no tener que volver a Palais du Justice a por el tranvía, así que baje en Arènes porque el tranvía también para allí.

Esperando el tranvía, me pasó algo bastante curioso. Durante muchos viajes, me ha ocurrido que me han parado para preguntarme dónde está tal sitio. La mayor parte de las veces, no puedo contestar porque no sabes que te piden o no tienes ni idea dónde es eso. Pero lo de aquella noche en la estación, fue todavía más surrealista.

Estaban dos chicas sordas hablando en lengua de signos y yo tengo que reconocer que esa manera de hablar me tiene alucinada. Hablar sin hacer ruido, conseguir comunicar sin emitir sonido alguno. ¿A quién le fueron preguntar la duda que tenían? A mí porque me debieron ver receptiva. Y más o menos se llegó a resolver la cosa. Las chicas querían saber si con su billete sencillo podían subir al tranvía para ir al aeropuerto haciendo transbordo, habían usado ese billete para llegar ahí. Por lo general, los billetes sencillos no incluyen transbordo, así intenté parecer lo más expresiva posible para hacerles entender que no lo sabía.

Afortunadamente, las chicas eran decididas y se subieron al tranvía, pasaron el billete por la máquina, después de ver que el suyo se introducía por la ranura. Y les salió el mismo mensaje que cuando pasé el pase de turismo que va sin contacto. Así que para ir en el tranvía al aeropuerto si vale. Evidentemente, no para el bus del aeropuerto (navette aéroport) que también hay para ir, me confirmaron después. Con el tranvía si hay transbordo en este caso.

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Vista del Canal du Midi

Día 2 Listos para el embarque

Tras un merecido descanso, llegó el momento de conocer más sobre la historia de la aviación de Toulouse. Empecé el día paseando un poco por los alrededores del hotel mientras esperaba a mi amiga Karla para ir a al museo de la Aeroscopia. En Toulouse hay dos líneas de tranvía, ambas salen de Palais du Justice y hacen un recorrido bastante común a ambas, pero una termina en el aeropuerto que es la T2 y la otra en Meett, el palacio de congresos que es la T1.

Para llegar al museo de la Aeroscopia hay que hacerlo con la T1 y hay dos opciones, bajar en Beauzelle-Aeroscopia o en la siguiente parada Aéroconstellation. Desde Aéroconstellation se ve mejor el puente que hay cruzar para llegar y puede parecer más corto. Pero la otra ruta también se recomienda.

Aparte del museo de la Aeroscopia en esa misma zona está otro museo aeronáutico, el de les Ailes Anciennes Toulouse, dónde se puede ver aviones más antiguos o clásicos. Entre semana abren a las 14 h, por eso esta vez no lo visite. Con la entrada a Aerocopia, hacen descuento en la entrada.

El museo de la Aeroscopia es un museo mucho más completo, se pueden ver aviones de diferentes modelos dentro del edificio y fuera. Los que están dentro del edificio y están abiertos, se pueden visitar por dentro. También hay algunas atracciones y alguna proyección cinematográfica. Iba tan directa a ver el Concorde, que me salté eso, no vi dónde era el sitio de verdad. Y eso que iba a empezar una sobre el Concorde, que me quedé echa polvo por habérmela perdido. Pero después entrar en el Concorde que se puede visitar. La sensación es poco curiosa de ver ese pasillo tan estrecho y largo con filas de a 2. Y tiene que ser así porque las alas son más grandes que el cuerpo del avión.

Más adelante en la exposición está la cabina tal como era con todos los mandos para verla con más detalle. También te puedes subir como tal a un avión más el airbus 300 que es lo más parecido a un avión actual, ambos están conectados también por pasarelas. Y otro de los aviones que se puede más o menos visitar, no igual que los otros, es un avión de carga con una bodega inmensa que está abierto que sirve de improvisado photocall. Hay aviones más pequeños de todo tipo dentro del edificio a los que no se puede entrar y pequeñas áreas expositivas como una del alfabeto aeronáutico.

Pero saliendo al exterior, aparte de estar más aviones aparcados, como el último concorde en servicio al que no se puede subir, está el A380, que si es visitable entrando en el edificio auxiliar. Ahí puedes hacer un recorrido bastante completo por dentro, de los dos pisos que tiene. Comparado con el Concorde, parece un barco de crucero. En un avión normal en el que estás tres horas como mucho si no te levantas para ir al baño, mucho más no haces con ese pasillo estrecho por el que apenas pasa la tripulación.

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Vista exterior del Envol des Pionniers

Después de pasar toda la mañana ahí, llegó el momento de ir a comer e ir al L’Envol des Pionniers. Es otro museo aeronaútica que está justo en el otro extremo de la ciudad y no es principio muy accesible en transporte público, al menos no como el de la Aeroscopia. En este caso, como nos llevaron, no tengo la referencia. Pero con la app Moovit que funciona en Toulouse, se pueden conseguir itinerarios desde cualquier parte de la ciudad.

L’Envol des Pionniers es un espacio relativamente nuevo que abrió en 2018 y es un museo dedicado a los orígenes de la aviación en Toulouse que hacen exposiciones temporales. En este caso había una de Saint-Exupéry, el escritor del libro, el Principito, que también era aviador. El museo se centra en principio en la historia de la compañía Aéropostale que fue una de las primeras en existir en la ciudad y al unirse con otras surgió Air France.

La compañía Aéropostale se dedicaba a transportar correo por avión en los años 20 y 30 del siglo XX, cuando apenas existían las rutas comerciales en Europa, América y África. En Futuroscope tiene una atracción dedicada a la Aéropostale, les Ailes du Courage, las alas del coraje, dónde explica la historia de un piloto que hacía la ruta de ellos que cruzaba los Andes entre Argentina y Chile. El tipo tuve un accidente en medio de la nada y como consigue llegar sano y salvo a la civilización. En el museo también cuenta esta historia, lo que no recuerdo si en la película sale que van después a recuperar el avión y el correo para entregarlo de todas maneras.

La exposición de Saint-Exupéry es muy completa sobre la vida del escritor aviador, pero el museo guarda aún otra sorpresa. Otra exposición con esculturas de personajes del Principito hechos como los dibujó el propio autor por el artista , Arnaud Nazare-Aga. La exposición de Antoine de Saint Exupéry, un Petit Prince parmi les Hommes se puede ver hasta el 6 de noviembre de 2022 y la de Le monde merveilleux du Petit Prince que son las esculturas de los personajes del Principito a color solamente hasta el 18 de septiembre.

Con la tarjeta turística de Toulouse te hacen descuento de 2 € en cada museo, en el de la Aeroscopia y este del Envol des Pionniers. También se pueden ver en Toulouse, la fábrica de Airbus, Let’s visit Airbus y la ciudad del espacio, Cité del Espace, pero no los visité esta vez por falta de tiempo.

Y después de ese día tan completo de aviones sin haber ido a un aeropuerto, ahora toca descansar y reponer fuerzas para el día siguiente para recorrer Toulouse con la visita guiada incluida en la tarjeta de turismo.

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Monumento en el Jardín Botánico

Día 3 Jardines de Toulouse y centro histórico

Para terminar el viaje quedaban algunas horas, así que aproveché para caminar por los jardines de Toulouse antes de la visita guiada de la oficina de turismo.

Como el tranvía termina o empieza en Palais de Justice, caminando por la avenida se llega a los principales parques de la ciudad que están conectados entre sí. Se trata del Jardin de Plantes, el jardín botánico, el Grand Round, el de la gran rotonda y el Royal, el real.

Empecé por el más grande que es el botánico, dónde está también el museo Quai des Savoirs, que es un museo de ciencia y el de historia natural, aparte de 7 hectáreas de terreno. Ambos museos están incluidos en la tarjeta turística. Después de dar una buena vuelta por ahí, crucé la pasarela hacia el de la gran rotonda. Es fácil de ver al tener forma circular y también está conectado con el real.

Después de recorrer los parques, fui para la oficina de turismo para la visita guiada a pie por el centro de la ciudad rosa que es como se conoce a Toulouse. Esa fue una de las primeras cosas que nos explicó la guía porque la ciudad se ve más naranja o roja por el ladrillo que se utiliza en las construcciones. Por lo visto descartaron roja porque en ese momento no daba la imagen que se pretendía en ese momento, debía recordar a la guerra fría, no era la idea y naranja tampoco, así que eligieron rosa que es más tenue.

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Vista al Jardin Royal de Toulouse

Otra cosa que me había llamado la atención era el ladrillo por todas partes que siempre tenía asociado a la revolución industrial, al siglo XIX. Pero en Toulouse se usa desde siempre porque no hay canteras de piedra de las que sacar material. Pero lo que si tienen es arcilla y con eso se hacen ladrillos. En muchas de las casas de abolengo sí que había algo de piedra para demostrar que tenían riqueza y poder. Eso lo tuvieron porque comercializaban la hierba pastel, también conocida como glasto, que era durante siglos la única manera de conseguir color azul después de un proceso bastante laborioso.

También vimos el claustro del Convento de los Jacobinos, que se puede visitar gratis con la tarjeta turística y con la visita guiada. Estaban haciendo una recreación histórica en francés con actores que parecía que la Inquisición estaba de vuelta.

Y también entramos en la basílica de San Sernin, dedicada al primer mártir de Toulouse, que es parada del camino de Santiago. Sernin, Saturnino en español, era un cristiano de la época romana condenado a ser arrastrado por un toro salvaje. De hecho, la calle cercana es la rue du Taur, la calle del Toro. Los peregrinos que iban a Santiago, pasaban a ver también las reliquias de este mártir y así acabo siendo la basílica que es ahora. Siendo incluso más impresionante que la propia catedral, que es de construcción más sencilla.

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Parte trasera de la Basílica de Saint Sernin

Y ahí justo se terminó la visita guiada. Igual que a la ida al regreso tuve otro percance, esta vez con el TGV para ir Narbona. Justo al salir de Toulouse, nos quedamos como media hora parados porque se había detectado en las vías presencia de personas más adelante. Tuvieron que verificar que no estaban para que el tren pudiera seguir. A pesar del retraso pude llegar a tiempo para subir al AVE de Narbona a casa.

En caso de perdida de conexiones, hay casos en que SNCF da alternativas a los viajeros, de hacer conexiones en taxi o bus. En el tren informaban de esto, dijeron que cuando supieran el retraso que llevaban, hablarían de las conexiones. No sé si es como los aviones que ayuda comprar los trayectos en un mismo billete y compañía, sirve de mucho. Aunque siempre es más cómodo hacer una sola compra, sin duda.

Fechas y gastos del viaje

📆 Fecha del viaje 7 al 9 de julio 2022

🚄 IDA AVE a Narbona y Ter a Toulouse Vuelta TGV a Narbona y AVE 131.35 € (3,85 € comisión de Trainline)

🛏️ Eklo Toulouse, 2 noches con desayuno, habitación compartida, 63,60 € (impuesto local incluidos, reservado en su web el 27 de junio

💳 Tarjeta Toulouse Pass Tourism 72h 35€

🎟️ Entradas: Museo Arescopia 11 € y Envol des Pionners 7 €